Dos mujeres se encuentran en la calle y una de ellas, la que salía del Salón de Belleza dice:- ¡Hoola, amiga!. ¿Te cortaste el pelo?
¡Sí, querida! No te imaginas con quien... con Piero, el maestro de la tijera. ¿Qué tal? ¿Qué te parece? Vine enseguida apenas llegó de Milán, acaba de regresar.
¡¡¡Maaaraaaviiillooosooo!!! Te ves 10 años más joven. ¡Qué bárbaro! Quisiera hacérmelo igual. ¿Fueron mechas?
Noooooo, me aplicó una nueva técnica de aclaramiento que trajo de Italia... Imagínate.- ¡Waoooo! bella amiga, bella! te felicito!
Sí amiga, anda, háztelo cuando puedas, seguro que te hará algo extraordinario, además con el pelo que tienes quedará encantado, dile que vas de parte mía para que te trate bien y te haga algo chévere. Bueno, después me llamas para contarme.
O.K. Vamos a ver sí nos ponemos de acuerdo y salimos un día ¿Sí?- Claaaaro... amiga, a eso sólo hay que ponerle fecha... BLA BLA BLA BLA BLA BLA BLA BLA BLA (Media hora después).
Bueno amiga vete a tu casa que, tu esposo se va enorgullecer de la esposa que tiene.- ¡Ay amiga!, qué linda eres, estoy tan feliz por ti.
Al despedirse una de las mujeres se va pensando:
Que vaina tan fea lo que le hicieron en ese pelo... pobrecita, y la muy imbécil se cree que está bella. No entiendo a su marido, ese carajo, con lo buenisimo que está, sigue casado con ella, además está burda de gorda... ¡qué bolas! Ese le debe montar más cachos... ojalá me parara para montarle los cachos, pobre estúpida.
La otra mujer se va pensando:
Esa puta de mierda, debe estar muriéndose de la envidia. ¡Ja! qué hipócrita, como sí no supiera que se la pasa buceando a mi marido cada vez que lo ve y todavía quiere hacerse lo mismo que yo en el pelo. Desgraciada, no es posible con su pelo de paja y lo esquelética que está, parece una escoba de buhonero, ni con un implante. Será para que al marinovio le de un infarto cuando la vea.